El 2015 inicié mi marca personal y empecé a utilizar las redes sociales como mi herramienta para generar visibilidad,comunicar y ofrecer mis servicios, en algún momento se convirtieron en un lugar donde me sentía a veces insegura, a veces desconectada y ocupaba la mayor parte de mi tiempo.

Sentía que para otras mujeres era más fácil, fluido y divertido comunicar y vender en redes sociales sus servicios y productos y para mí se estaba convirtiendo en un peso gigante. Ya saben lo que dicen, en casa de herrero cuchillo de palo, ♦️  me tomó un año entero darme cuenta que la mejor manera de transitar en redes sociales, es siendo una misma, y siguiendo mis propios términos, abandonar  el perfeccionismo, que me llevo a paralizarme, “porque el feed no se veía bonito” y dejar atrás la tendencia impuesta del momento, para romper el molde y aprender a sentirme segura siendo visible, siendo genuina.

Luego pude ver en mis clientas la resistencia y la disonancia que les generaba seguir fórmulas de otras personas, porque se supone que en las reglas del juego imaginarias establecidas decía, que todas deberíamos contar historias y comunicar en el mismo formato.

Desde entonces me dedico a guiarlas a encontrar su propio ritmo y forma, para que sea un camino sostenible y divertido.